POCAHONTAS O LA VERDADERA HISTORIA DE UNA TRAVIESA (España)
15 y 16 de febrero - 21:00 h
Todos sabemos que los cuentos que nos contaban de pequeños no corresponden con la realidad. Que eran eso, cuentos. Esas pequeñas e inofensivas historias formaron parte de nuestra feliz primera etapa como ser humano.
Todos dicen que lo que ocurre en los primeros años de vida de un ser humano marca y da forma a ese pequeño ser que un día será adulto. Que eso que ocurre, es su base, donde se apoyaran todos sus rasgos. Así pues, esas pequeñas historias que inundaban nuestros oídos en una edad tan prematura, se puede decir que hicieron de nosotros lo que somos ahora. Aprendimos a cómo ser humanos al son de los cuentos infantiles.
Pero, muchas de esas historias dulces y llenas de colores no eran invenciones, se basaban en hechos reales, y, como en la historia de la humanidad, llegaron a nosotros sufriendo enormes y terribles manipulaciones, recortes y cambios. Si esos cambios se hicieron por nuestro bien y para salvaguardar nuestra sensibilidad de niño no fueron una mala idea.
Pero, y si la historia que llegó a nosotros, llegó tapando una realidad, una realidad que necesita ser contada? La historia, tal y como pasó.
¿Y si ese hubiera sido un mejor aprendizaje para todos?
Muchos dicen que la historia solo es contada por los vencedores y alguien, una mujer, añadió que no solo es así sino que nos falta el 50% de ella. Hay un vacío enorme en el tiempo, un agujero inmenso en cada libro de historia de secundaria y, dentro de ese vacío, hay todo lo que de verdad ocurrió, a parte de lo que nos han contado. Porqué, no solo no sabemos ni la mitad, sino que la mitad que nos ha llegado, nos ha llegado solo desde un único punto de vista: el masculino. El 50% restante, esa mitad desconocida quedará para siempre jamás perdida en el tiempo o residirá en la imaginación de cada uno. ¿O quizás no?
Así pues, la estructura de nuestra sociedad tal y como la conocemos ahora, está basada en solo la mitad de la realidad, en solo una media verdad. ¿Y una media verdad no es lo mismo que una media mentira?
Como muchas niñas que ahora son mujeres, yo nací en 1990, en la época donde ser una princesa era un objetivo claro, lógico y realista. 1990, una época donde Disney creyó ser mi padre y, sin límites, quiso expandirse por todo el planeta como lo hizo en su día Hitler, arrasando, por encima de todo.
Sus historias están llenas de amor y sueños felices y eso es todo lo que una niña de los noventa podía desear. Pocahontas era una de ellas.
Así pues, Pocahontas fue uno de mis primeros referentes como mujer. Ella, supongo, aún debe formar parte de mi chip base, al igual que su historia de amor. Y qué historia de amor..
Entonces, podríamos decir que en mi caso, y en el de miles y miles de mujeres nacidas y construidas en los 90, Pocahontas y las historias de Disney son eso que nos ha hecho ser quien somos hoy. Pero la verdad es que Pocahontas fue engañada, maltratada y manipulada durante toda su vida y eso nadie lo comentó y, por supuesto, Disney tampoco. Así pues, en qué nos hemos basado todo este tiempo?
Pocahontas o la verdadera historia de una traviesa cuenta la historia real de Pocahontas. No solo por hacer justicia y no solo porque ese personaje que cambió la historia se merece que, por una vez, se transmita lo que sufrió e hizo de verdad, sino porque su historia y como nos la han transmitido, es un ejemplo perfecto de como a las mujeres del siglo XXI nos han moldeado.
Bárbara Mestanza
Creación colectiva l Texto, dirección e interpretación: Bàrbara Mestanza l Ayudante de dirección: Laia Alberch l Dirección trabajo corporal: Carla Tovias l Diseño de luces: Rubén Homar l Escenografía: Judit Colomer l Audiovisuales: Rubén Homar l Confección de vestuario: Núria Milà l Foto: Laia Alberch i Miguel Triano l Agradecimientos: Vicenç Colomer, Ariadna Giné, Mireia Vila, Marta Jutglar, Laia Viñes, Mariona Riera, Íngrid Mas, Griselda Ramon i Òscar Palenque l Una producción de Bàrbara Mestanza con el apoyo de la Sala Beckett.