LA VIOLACIÓN DE ARTEMISIA GENTILESCHI

Sábado 14 y domingo 15

En la Italia del siglo XVII, tener un talento excepcional en la pintura podía valer poco o casi nada si tu firma tenía nombre de mujer. Artemisia Gentileschi (Roma, 1593) aprendió a pintar desde que era niña en el taller de su padre, un artista obsesionado con el estilo de Caravaggio.

Agostino Tassi llegó a Roma contratado para elaborar frescos en un palacio y, tras visitar numerosas veces la casa de su amigo Orazio Gentileschi, el padre de Artemisia, se convirtió en mentor de la joven artista y abusó de ella. Orazio demoró un año para denunciar a Tassi. El proceso fue duro. Su palabra fue puesta en duda y Artemisia fue torturada para verificar sus acusaciones. Tassi fue declarado culpable y su condena consistió, simplemente, en dejar la ciudad.

Artemisia sintió que no se había hecho justicia y el traumático episodio impactó de manera inequívoca en su arte. Un gran sector de la sociedad, por ser mujer, no la aceptó como artista. En numerosas ocasiones, sus cuadros no fueron reconocidos como suyos y circularon bajo el nombre de su padre, incluso después de su muerte.

Artemisia desafió los roles y actitudes que se esperaban de la mujer en su tiempo. Pintaba cuadros de mujeres triunfantes, seguras de sí mismas, agresivas, valientes, vengativas, nunca como doncellas sumisas. Su obra máxima, JUDIT DECAPITANDO A HOLOFERNES, se basa en un relato bíblico donde Judit corta la cabeza al general asirio . Muchos vieron en ese Holofernes los rasgos del abusivo Tassi. A pesar de su extraordinario talento, Artemisia nunca recibió encargos para realizar frescos importantes.Sin embargo, su obra fue redescubierta en la década de 1970 y poco a poco se le restituyó la autoría de muchas piezas que los prejuicios sociales de la época le habían arrebatado y que ella misma tuvo que entregar bajo el nombre de su padre o el de sus hermanos.

 
Autoría y dirección: Jorge Denevi
Espectáculo recomendado para mayores de 15 años
 
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