COLLAR DE PERRO

Autoría y dirección: Andrea Treszczan

¿Quiénes son los hijos de los genocidas de una dictadura militar? ¿Qué piensan? ¿Qué sienten? Piezas de un puzzle que forman parte de nuestra historia reciente y que muchas veces desconocemos.

En la Argentina, en Mayo se encuentran por primera vez cinco hijas y un hijo de genocidas y deciden formar un grupo y llamarse “Historias desobedientes”. Su primera aparición pública se realiza unas semanas después de su fundación, el 3 de Junio de ese año en el marco de la marcha “Ni una menos”. A partir de la repercusión en diferentes medios de comunicación a nivel nacional e internacional comienzan a acercarse al colectivo, familiares con distintos grados de parentesco y de diferentes partes del mundo, que repudian y cuestionan el accionar del familiar genocida.

No existe antecedentes históricos de un colectivo que se organice en torno a este rasgo común, moverse entre el desgarro íntimo y la posibilidad de trascenderlo y tomar una postura política a favor de la humanidad.

Collar de perro pretende desentramar el complejo lugar que tienen cuatro hijas de un genocida de una dictadura en América Latina. ¿Cuál es el viaje personal al que asisten cuatro mujeres donde sus apellidos están teñidos de sangre? Existen varias respuestas para esta condición, una es lo que le sucede a uno de los personajes, donde el vínculo padre-hija justifica todo acto atroz y cualquier accionar es perdonado solo por el hecho de tener la misma sangre. La otra opción es trascender el dolor y posicionarse dentro de la verdad y la justicia, a favor de la humanidad.

Cuatro hermanas aguardan la sentencia de su padre acusado por crímenes de lesa humanidad en la dictadura. Mientras el militar cumple prisión domiciliaria, ellas preparan el festejo de su cumpleaños número ochenta. Durante la espera, cada hermana deberá decidir si rompe o no con sus lazos sanguíneos

Compartir