CRÓNICAS DE UNA FULANA

Miércoles 16 y jueves 17

Un musical de tango que cuenta la historia de una mujer como tantas. La obra pone en el centro de la escena a la mujer en un mundo de hombres e invita a la reflexión acerca del rol que históricamente ha ocupado inmersa en una sociedad patriarcal, utilizada como mero objeto a expensas del deseo del hombre: sometida, cosificada, invisibilizada.

Durante la obra nos valemos de la utilización de un maniquí-muñeca como protagonista principal. Es la materialización del prototipo de "mujer perfecta" desde el punto de vista del canon social que rige y marca un ideal de belleza perfectamente sexualizado: ojos y boca grandes, talla pequeña pero busto importante y cadera marcada, maquillaje cuidado, cabello largo y vestuarios elegantes. Partimos de este "modelo" de mujer para representar lo que socialmente se espera: esa mujer que se caracteriza por su belleza y no por sus convicciones.

Mostramos una escalada de violencia que se incrementa en el transcurso de la obra: desde el uso de palabras socialmente aceptadas, pero denigrantes, hasta la violencia física y sexual. Crónicas de una Fulana es una profunda reflexión sobre violencia de género entendida como “una forma de discriminación que afecta, directa o indirectamente, la vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, así como la seguridad personal de las mujeres. Se entiende por violencia basada en género hacia las mujeres toda conducta, acción u omisión, en el ámbito público o el privado que, sustentada en una relación desigual de poder en base al género, tenga como objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos o las libertades fundamentales de las mujeres”. Artículo 4º de la Ley 19.580.

El repertorio de tangos está elegido cuidadosamente acorde a las diferentes situaciones que representamos. Desde tangos instrumentales como “Loca”, “La Muerte del Ángel”, “Patético”, hasta tangos popularmente conocidos y cantados por mujeres rioplatenses como ”Mi Papito” de Tita Merello, “Sin Piel” y “Gracias a pesar de todo”de Eladia Blazquez, “Acompañada y Sola” y “Y no puedo olvidarte” en la versión de María Grana, “Yo soy María” en la versión de Valeria Lima, “Nostalgias” en la versión de Olga Delgrossi, entre otros. A través de estas composiciones le damos vida a una muñeca pasiva, “sin voz ni voto”, que se va convirtiéndo -finalmente- en una mujer empoderada; una mujer que tiene el poder absoluto sobre su vida. Aquella que es la dueña de sus decisiones, la responsable de sus resultados y que escoge el camino que desea alcanzar.