Maratón Onetti / 2º encuentro con La vida breve

lunes 6 de junio

... entretanto, y sin que yo necesitara dirigir lo que estaba sucediendo, o prestarle atención – mientras pensaba en dinero, Gertrudis, propaganda, o me empecinaba en colocar entre la mujer y Díaz Grey la materia inflexible del marido, tantas veces esfumado...-, entretando Díaz Grey había seguido recibiendo las visitas de Elena Sala... Y en cada una de las visitas había dado una inyección a la mujer, sin mirar entonces nada más que la zona imprescindible de la piel del muslo o la nalga...
Así, sin variantes, una o dos veces por día, sin que yo tuviera que intervenir ni pudiera evitarlo. Porque yo necesitaba encontrar el marido exacto, insustituible, para escribir de un tirón, en una sola noche, el argumento de cine y colocar dinero entre mí y mis preocupaciones.

(LVB, Cap VIII)

El lunes 6 leímos los capítulos VI a X. El lunes 13 arrancaremos con:

XI. LAS CARTAS; LA QUINCENA

Pensé con indiferencia que no estaba equivocado cuando volví una noche y encontré, no sobre la mesa, sino en la almohada descubierta de la cama, un papel que decía: "Querido: Estuve triste hasta las lágrimas pensando en mamá y me voy a Temperley por unos días. Habláme o vení. no me animaba a decírtelo (aunque no tienen importancia ni peinses locuras), ni a llamarte por teléfono. Es muy posible que consiga un empleo, ya hablaremos, y todo irá entonces mejor. Sé que después de unos días en Tempreley estaré contenta y todo volverá a ser como antes"

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